Pedazos/Pedaços. Galeria Billing Bild. Baar (exposición individual)

Pedazos/Pedaços del 24 de octubre al 22 de noviembre
Siempre he sostenido que el arte era para mi una manera de transmitir emociones, fascinaciones, sensaciones; un lenguaje a través del cual poder traspasar aquello que no era –no soy- capaz de verbalizar ni comunicar por otra vía. Subrayo el “para mi”, consciente como soy de que no es algo enteramente compartido el hecho de que el arte deba o pueda tratarse únicamente de eso, pero lo cierto es que cuando trabajo no me cuestiono sobre las esencias metafísicas del universo, sobre los males del mundo o sobre la sociedad y ni siquiera sobre el arte y sus fluctuantes evoluciones. Todo eso está ahí, es evidente, pero mi apuesta es más egoísta y menos ambiciosa, yo simplemente hablo de mi, reescribo mi historia y vuelco en imágenes lo que me dictan las tripas.
De un tiempo a esta parte, el acto de crear también está resultando una buena herramienta para pensar (el pensamiento es al cerebro -dicen- lo que la digestión al estómago, al fin , otro acto visceral). Y más concretamente para pensar-me,  para construir conocimiento sobre mi mismo. Puede parecer egocéntrico, y debe de serlo, pero no me escondo de ello. En mi última exposición reflexioné sobre mi modo de ser en compañía, de ser con y a través de “no estar sólo” que era el título de la muestra. De ser con los lugares y con la gente, de ser para alguien, de ser incluso frente a mi propia imagen como si de una construcción ajena se tratase, de ser frente a mis estereotipos, mi cultura, mis deseos. Se trataba en cierto modo de rendir cuentas frente a mi mismo sobre lo que he hecho con mi vida, con lo que he tenido, con esa amalgama de material genético, cultural y afectivo. Al final es esa estúpida y esencial pregunta de ““¿qué soy?” (y no digo “quien”), que tal vez a nadie importa, o tal vez si.
En esta ocasión intento de nuevo elaborar respuestas para re-presentarme ante una nebulosa informe y difusa de desconocidos (y de no tan desconocidos) y lo hago recogiendo pedazos de mi mismo, como pequeñas certezas sobre lo que sé de mi. Afirmaciones que unidas pueden arrojar alguna  información , aunque de modo inconexo, que me defina, que me retrate, que me perfile ante mis propios ojos y desde diversos ángulos.
Simplemente (sic) deseo construir identidad propia, singular o común. “Ser”, en positivo, y asumiendo las propias sombras y carencias, ante la alternativa shakespeariana de “no ser” y confundirme en una amalgama de olvido y sinsentido.